La PLAZA DE LOS LOBOS, o para otros Pradera de los Lobos, es un "descubrimiento sorprendente" donde el sabinar y el robledal se fusionan en la zona conocida como la “Cabeza de Herrero”, situado en el monte de La Umbría. Así es como nos sentimos cuando presenciamos este paraje único, especial y diferente a los demás lugares del entorno natural de Codes.
Siempre ha estado ahí, milenios atrás, siendo con seguridad más antiguo que los robles y sabinas centenarios que le rodean. Generaciones de codeños la han contemplado en su trayecto a las tareas agrícolas y a sus obligaciones ganaderas, aunque hoy en día sólo está a disposición del caminante que se adentra y aventura en su búsqueda en el monte de La Umbría.
¿Qué conocemos y podemos contar acerca de él? Pues poca cosa relevante, salvo lo relativo al origen de su nombre y a su aspecto natural y característico color rojo, que se convierte en cálido bermellón con los rayos del sol y oscurece a granate cuando estos no están presentes.
LOS LOBOS EN LA HISTORIA POPULAR DE CODES
No se han visto lobos como tal en CODES y en tiempos más antaños a saber… pero varios son los sitos y lugares que los nombran en su término. Todos ellos tienen en común que se encuentran en la misma zona, donde los parajes de la Umbría comienzan. Además del sitio que nos ocupa, y muy cercanos a él, nos encontramos con la Cruz de la Lobera y el Vallejo de la Lobera.
Si partimos sobre la idea de que todos tienen un origen común, deberían su nombre a las leyendas populares contadas por los antepasados codeños (sobre la Cruz de la Lobera) y que nos indican que esta debe su nombre a las historias en las que se narra que los lobos llegaban hasta ahí tras la gente, tras de ellos, acechándolos… La Cruz ejercía de barrera ante las fieras, y de ella en adelante el camino al pueblo se convertía en seguro.
Los abuelos de los nuestros contaban a los más pequeños que los lobos seguían a los pastores hasta la Cruz de la Lobera, cercana a la entrada al pueblo, y que allí estos tenían que prender fuego a sus mantas para ahuyentarlos con el humo que se generaba. Más que a historia real, nos suena a fábula con la que los más mayores asustaban a sus nietos…
ORIGEN DE SU CARACTERÍSTICA TONALIDAD COLORADA
Respecto a su peculiar tonalidad y que su superficie sea completamente yerma no somos expertos y únicamente nos aventuraremos a exponer la explicación más real y lógica para este singular lugar y que es que se trata de un yacimiento con origen férrico.
Similar a los suelos que reciben el nombre de “lateritas”, es característica de este su color rojo arcilloso que se caracterizaría por un elevado porcentaje de hierro. Se formaron a lo largo de estaciones secas, cuando el suelo perdía su contenido en agua y sus altos componentes ferraginosos lo convertían en una costra dura y espesa.
Esta superficie impide el uso agrario del suelo, pues las plantas no pueden hundir sus raíces en una tierra tan dura, que sería difícil de arar y trabajar en general, y que además no dejaría almacenar el agua de las estaciones lluviosas por culpa de su impermeabilidad. La formación de este tipo de suelos se considera una forma más de desertización.
Pese a que son específicos de climas tropicales, nos encontramos con esta similar y rara excepción en nuestro pueblo y desconocemos las condiciones especiales que lo han hecho posible tiempos inmemoriales atrás.
El hierro es uno de los metales más abundantes en la corteza terrestre y se encuentra en la naturaleza formando parte de numerosos minerales, entre ellos muchos óxidos, similares a los restos pétreos que aparecen en la Pradera de los Lobos.
Uno de los óxidos minerales más común e importante es el hematites u oligisto y la principal característica radica en su tonalidad colorada inconfundible, debido a la alta presencia de minerales ricos en hierro. Presentan un aspecto “oxidado” debido a que sus materiales originales han sido alterados por la infiltración de agua de lluvia.
Estos óxidos e hidróxidos de hierro son minerales que se suelen acumular en el suelo como consecuencia de procesos de alteración de otros minerales, constituyendo la fase estable del hierro en superficie o condiciones cercanas a la superficie. Se acumulan en forma de agregados y en el caso de los férricos, como sucede en Codes, dan origen a las limonitas.
EL HIERRO COMO GENERADOR DE VIDA EN CODES
La existencia de óxidos de hierro en esta zona es un contraste para nosotros pues, como hemos comentado anteriormente, causa que no exista vegetación en esta pradera… pero contrariamente a este hecho actual, fue fuente principal en la antigüedad para la localización de asentamientos celtíberos en el término de Codes.
El paso de los siglos ha eliminado la posibilidad de que haya algún tipo de excavación de mineral cercana que lo confirmara, y en la que se obtuviera este vital óxido de hierro en épocas en las que tenemos constancia que nuestro territorio empieza a ser poblado; como queda constatado con la existencia documentada en la Edad del Hierro del asentamiento de La Torre.
Nos hallamos ante una rareza natural respecto al entorno en el que encuentra, y que fue bautizada como la “Plaza de los Lobos” por nuestros antepasados codeños, formando así parte de la tradición y cultura popular de Codes.
A los ojos e imaginación de un “observador especial” nos encontraremos ante un lugar evocador que desprende magia y encanto, y en el que también se nota un cierto misticismo por las fábulas acerca de los lobos y su especial disposición dentro del Sabinar codeño, pudiendo afirmar que nos encontramos ante un lugar atemporal que seguirá perdurando en el tiempo...
¡¡TE ESTÁ ESPERANDO EN TU PRÓXIMA VISITA A CODES...!!